Si me conoces, o has leído algunos de mis artículos, puede que te surjan ciertas preguntas ¿Por qué me nació hacer lo que actualmente hago?, ¿Por qué compartir mi creencia de que necesariamente es mejor vivir una relación con base en el amor antes que una basada en el miedo?, ¿Por qué necesariamente esa persona debe hacer latir fuerte tu corazón antes de iniciar una relación por meras razones?
Uff, ¡Cuántas preguntas! Y sobre todo ¡Qué preguntas! Igual no te las has hecho, pero siento la necesidad de contestarlas.
Primero que nada, no tengo nada en contra de las relaciones basadas en miedos y necesidades, ni digo que no puedan funcionar y que la única manera de tener una relación deba ser basada en el amor y pasión. Para nada. Una relación basada en el miedo puede funcionar y ser duradera. Será tranquila y cómoda; sentirás que esa persona no termina por llenarte pero creerás que es lo normal y que es ahí donde debes estar, que eso fue lo que te tocó. Pero si bien no tengo nada en contra, sí pienso que una relación debe ser más que simplemente coexistir con alguien con quien no sientes enamoramiento. Debe haber pasión en ella para que sea un complemento a nuestra vida ya completa.
Imagínate viviendo el día a día con alguien que simplemente no te llene, que, como dice la canción de Cerati, juntos colmen la necesidad de cohabitar, procrear, compartir momentos de crecimiento, pero hasta ahí, es decir, que juntos no conozcan la profundidad del enamoramiento. Puede funcionar ¡y funciona! pero en el sinceramiento íntimo de cada uno de nosotros nos sabremos insatisfechos.
Por ello, porque no quería vivir de esa forma y quiero que más personas sepan que aunque esa situación sea habitual, no es para nada normal. Lo normal es vivir en una relación en la que no necesitemos estar, sino que realmente decidamos estar por enamoramiento, porque así estaremos cumpliendo con un pilar de nuestra vida, donde la relación sea un complemento a nuestra vida ya plena, ya que para tener una relación sana y amorosa, hay que ser primeramente sanos y amorosos con nosotros mismos. No podemos dar lo que no tenemos.
Por esa razón es que combino artículos de relaciones, con contenido de crecimiento personal, coaching, pasión, emprendimiento, entre otros temas que resultan necesarios para ser lo mejor de cada uno de nosotros. Pues para estar con la pareja ideal, hay que ser la persona ideal. Y para serlo hay que vivir desde la verdad y estando desde la necesidad hay poca sinceridad en nosotros mismos.
Y si un aspecto así de importante lo vivimos alejados desde la sinceridad y autenticidad, ¿qué otros aspectos se están viendo contagiados? ¿el profesional?, ¿tus amistades? Es normal que si hay insatisfacción en tu vida de pareja, ésta también se presente en otros campos y así nos alejemos de una vida genuina.
¿Tú qué opinas? Igual podemos compartir ideas en los comentarios.
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¡Nos vemos la próxima!