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El arte de ser tú mismo

Ser tú mismo implica aceptarte tal cual eres y mostrarte al mundo, a tus amigos, familia y demás. Implica dejar de lado las apariencias y el qué dirán. Dejar el miedo a la crítica. Ser tú mismo implica polarizar; agradar a quien simpatice contigo y desagradar a quien no lo haga. Habrá quienes te valoren y seguirán a tu lado porque les gusta tu esencia, pero también habrá quienes se marchen porque no les agradas. No es bueno ni malo, simplemente estarás con quien deba estar. Lo importante es no negociar tu esencia para mantener la aprobación de los demás.

El martes por la noche pasé por una introspección de mucho crecimiento y quiero compartirla contigo porque sé que te servirá muchísimo. Te cuento:

Esa noche pregunté a mi madre qué le había parecido el video de la semana –es la única persona que ha compartido todos y cada uno de mis videos, como buena mamá cuervo- y cuando le hago esa pregunta, por lo general sus respuestas son cortas: “Bien, muy cierto lo que dijiste” y ya, párale de contar. Esta vez fue igual de corta pero añadió algo más: “Bien, pero lo sentí como… agresivo. No sé cómo”.

Vi el video de nuevo y sí, también lo sentí hasta un poco… áspero.

Le escribí de inmediato a un muy querido amigo para conocer su opinión (también pido opiniones) y me comentó lo siguiente:

“Muuuy buen tema, muy buena idea, pero lo sentí un tanto… no sé qué palabra usar, pero creo que hostil sería lo que lo definiría”

DAMN!!! Inmediatamente llegaron a mí los “gremlins” a los que se refiere Brené Brown, ideas autodestructivas cuando empezamos a exhibirnos y entrar en el ruedo de la vulnerabilidad: “Te pasaste de lanza, ya no te van a escribir por mamón” y montón de ideas similares pasaban por mi cabeza.

Me sentí incómodo, me pregunté si alguien se habría sentido ofendido, o bien, que me hayan percibido como un pedante que no le gusta “dar consejos”, o que tampoco los escucha.

Sufrí una pequeña crisis y dudé de mí.

Luego me calmé y reconocí mi intención al hacer el video: dar el mensaje de que cada quien es responsable de su vida. ¿Cómo me expresé? Simplemente como lo haría con mis amigos, ¿por qué habría de cambiarlo? No intenté hacer la voz de alguien más, o de fingir; en ese video fui yo en un estado puro. Esto es lo que soy. Avergonzarme por cómo me expresé sería renegar y apenarme de mi ser. Simplemente sería no aceptarme y por ende, no ser genuino. Atentaría contra algo que he predicado desde el primer video y artículo que publiqué.

A lo largo de este proyecto he ido creciendo, poco a poco he sido más yo. No sólo frente a la cámara, sino en la vida en general. He ido dejando de lado las apariencias y el qué dirán. Si ves los primeros videos, salía sumamente serio y hasta parecía que estaba leyendo; inclusive en cuanto a “outfits”, antes casi no usaba accesorios. Ese acercamiento a mi verdadero ser también se refleja en el modo en que me expreso en los videos. Crezco junto a ustedes.

Tal vez para ti fue un video más, incluso ni te haya llamado la atención el cómo me expresé, pero para mí me dejó una gran enseñanza en este proceso de ser genuino: No debemos apenarnos o disculparnos por lo que somos; hacerlo sería un reflejo de no estar cómodo con nuestro ser; sin embargo, cuando estás creciendo y empiezas a ser tal cual eres -y a dejar de lado las apariencias- es normal que te preguntes si alguien molesta tu comportamiento. Es el camino natural de volverse vulnerables y genuinos. Ser tal cual queremos ser.