Lucía Villalón es fuente de inspiración para vivir un duelo de manera sana y madura.
Ayer por la mañana me encontraba leyendo periódicos deportivos, algo que hago diariamente a la misma hora. Mientras navegaba en las páginas de periódicos como Marca, As, tocaba el turno de Récord, periódico mexicano en el que Chicharito de manera constante ocupa páginas y más páginas. Hubo una noticia que iba más allá de lo deportivo y que captó mi atención por tratar del tema que tanto me apasiona: relaciones amorosas.
“’Sacrifiqué muchas cosas por Chicharito‘: Lucía Villalón”.
Había estado al pendiente del desenlace de esta historia amorosa, de hecho ya había leído otras declaraciones que Lucía había hecho para otros periódicos. Me agradaron sus respuestas, bien articuladas, pero hasta ahí.
Ahora que me topaba con la noticia, quería saber más; muy en el fondo de mí, quería analizar cómo afrontaba la ruptura. Abrí la noticia y me topé con dos frases que quiero compartir contigo y lo que me han dejado. Aquí la primera de ellas:
1.- “Cuando quieres a alguien de verdad, estás dispuesto a darlo todo por esa persona. Estoy muy orgullosa de lo que he hecho. No me arrepiento de absolutamente nada.”
¡Wow! Pocas veces me había topado con declaraciones sensatas por parte de una celebridad. Por lo general, cuando se da una ruptura entre famosos, existe cierto pique, o bien, declaraciones provenientes de un ego lastimado. Sin embargo, acá la cosa era diferente. Había mucho amor a la vida detrás de esa frase. Esas palabras reflejaban genuinidad. Me recordó mucho a los textos de Brené Brown, y aunque suene a comercial forzado, al primer capítulo de mi próximo libro “Sana tu corazón roto”.
Cuando nos entregamos en una relación, de manera inconsciente, aceptamos la posibilidad de un desenlace amoroso donde salgamos mal parados. Aceptando esta verdad, si bien el fin de la relación nos dolerá, estaremos emocionalmente más involucrados para superar nuestro duelo, que si simplemente culpáramos a nuestro ex de “nuestras desgracias”; evitaremos con ello los reclamos y las conductas victimistas típicas de un duelo insano.
Contrario a la actitud de Lucía, solemos ser sumamente críticos con nosotros, juzgándonos a idiotas por haber entregado más de lo que recibimos, avergonzándonos de nuestra capacidad de entrega y de amar.
Sin embargo, no hay nada de qué avergonzarse. No hay nada malo en nosotros, al contrario, habla de una capacidad grandísima de amar, y que pocas personas experimentan por el miedo a perder. Dejamos de vivir los momentos lindos de la vida, por temor a salir heridos.
Las palabras de Lucía reflejan una capacidad de entrega, pero sobre todo un gran nivel de consciencia de que así es esto del amor. Cuando uno ama, se arriesga a que le pasen este tipo de cosas, pero si no arriesgamos, no ganamos. Estaríamos perdiendo por default.
En un duelo, muy pocas veces nos reconocemos nuestra capacidad de exponernos al fracaso, lo cual, evidentemente deberíamos empezar a hacer. Arrepentirnos de haber hecho cosas por amor, sería como arrepentirnos de vivir.
2.- “Me dijo muchas cosas… que evidentemente quedan entre nosotros. Lo último que me dijo me sorprende hoy en día… que quería estar solo.”
Podremos entender, o no, la decisión de nuestro ex. Incluso éste –luego de separados- podrá hacer cosas que lleguemos a cuestionar, sin embargo, lo que haga o deje de hacer con su vida no debería afectar nuestro proceso. Sólo habremos de aceptar las cosas tal cual son. Es lo que hay, ¿duele? Sí, ¿dolerá para siempre? No, aunque así pareciera.
Nos toca aceptar la libertad del otro de decidir. Nos duele su libertad, pero si amamos también sabremos soltar. Aceptar el deseo del otro, aunque difiera del nuestro, es donde reposa lo doloroso de la ruptura. Ante eso sólo una última cosa nos toca hacer: no identificarnos con la separación, es decir, no crear una imagen de nosotros a raíz del fin de la relación. Los gustos y preferencias de alguien más, poco debería definir nuestra esencia.
Ante una ruptura, podemos tomar como ejemplo la postura de Lucía. Como ella, vivamos los momentos difíciles, pero no nos derrumbemos ante la ruptura. Entendamos que el duelo es parte de la vida; no nos juzguemos a idiotas por habernos entregado, al contrario, estemos orgullosos de ello. Entendamos que exponiéndonos es la única manera de vivir de manera genuina. Seas hombre o mujer, podemos aprenderle montones a Lucía Villalón.
No todo termina en un corazón roto, sino al contrario, inicia una nueva era en nuestro ser, donde debemos aprovechar la etapa para fortalecer nuestro carácter y aprender a entregarnos de manera más adulta y más genuina en el amor.
Todo estará en su lugar, incluso más fuerte que antes.
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¡Nos vemos en el próximo post!
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