En muchas ocasiones hemos sentido que nuestra relación de pareja nada más ya no funciona, o bien, ya eres más o menos consciente que tu pareja no es la persona con la que quieres disfrutar el día a día. Sabes perfectamente que ya no quieres estar ahí, sin embargo, no has tenido el valor de terminar con esa relación, o más que no tener el valor, hay diversas creencias que te limitan y paralizan para dar ese paso.
Por eso, acá te dejo un listado de 4 razones por las cuales, si bien sabes que ya no quieres estar ahí, sigues aún en esa relación.
1.- Temor a no encontrar otra persona, “nadie me va a querer igual.”
El temor o miedo genera escasez. Nos hemos rodeado tanto de escasez (no sólo en relaciones sentimentales) que ya nos acostumbramos a ella, la visualizamos como algo normal. Por ello es que existe tantas personas que, en cuanto a gastos, apenas llegan a fin de mes, que viven al día, o situaciones similares. Por eso, en cuanto más presente esté las escasez en tu vida en otros aspectos, esa energía viene a penetrar los aspectos restantes de tu día a día y te repites constantemente en tu interior frases del tipo “no hay de otra”, “así me tocó”; y si te fijas son ideas que bien puede sonar para alguna situación laboral, financiera, o bien, de pareja.
2.- “No encontraré a alguien mejor.” (No se ha presentado otra oportunidad = No he conocido a otra persona).
Si te fijas, esta creencia es muy similar a la anterior. Las dos parten desde la escasez la cual a su vez se genera desde el miedo. Es admitir que tu pareja, casi casi es tu “peor-es-nada”. Comúnmente se repite esa vocecita interior diciendo “es difícil encontrar a alguien que te llene”. Sólo si sientes que tienes poco de algo, tienes la necesidad de apegarte a ello. Si en tu relación experimentas poca felicidad, satisfacción, plenitud o amor, es por ello que te apegas y a pesar de ser consciente que tu pareja no es la persona con la que te gustaría compartir tu día a día, tienes la creencia que si sueltas tu relación, difícilmente podrás disfrutar de algo similar. Sin embargo, rara vez se puede disfrutar de algo que se vive desde el miedo a perder.
3.- Tiempo invertido en la relación.
Es una creencia muy común. Sin embargo, no por el tiempo que hayas invertido quiere decir que ahí debas seguir. Al menos no es una unión genuina, o de amor genuino, ¿Imaginas seguir los años que te resten de vida (20-30-40-50 años) con alguien que no te llene sólo por 3-4 años que has invertido en un noviazgo?
4.- “Tengo miedo de que, si terminamos, después me arrepienta por no haberlo sabido valorar.”
Las relaciones y el amor de pareja no sólo se tratan de un check-list. Se debe sentir enamoramiento y si no se siente, si lo que te une son sólo razones, es mejor soltar, es decir, no se trata sólo de valorar las cualidades y virtudes de una persona, si no te enamora, no te enamora, no hay necesidad de forzar las cosas. Las relaciones forzadas, como ya he comentado en artículos anteriores, pueden funcionar pero no serán lo suficientemente significativas como para sentir que un pilar en la vida, como es la vida en pareja, se esté viviendo a plenitud.
Así, estas 4 razones (y hay muchas más), es lo que en ocasiones nos termina uniendo a relaciones que no terminan por ayudarnos a vivir en plenitud. Y si les detenidamente, te darás cuentas que la mayoría de ellas parten desde el temor y necesidad, antes que del amor y la plenitud.
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¡Nos leemos la próxima!