Muchos vivimos esclavizados por la apariencia, atrapados en el qué dirán y toda la presión que ello conlleva. Sin ser consciente de ello, es probable que nuestras decisiones las tomemos en esa prisión.
Insatisfacción disfrazada de felicidad en redes sociales es lo que muchos viven en su día a día. No, no lo he inventado yo, ni estoy descubriendo el hilo negro, sólo que muy pocas personas se atreven a abiertamente aceptar que su trabajo, pareja, o vida en general, no es tan feliz como todo mundo cree que es, o como lo hemos hecho ver en redes sociales.
Si quieres seguir viviendo en las apariencias y condenarte a una profunda infelicidad, sigue así; si te cansas, acepta tu infelicidad, y empieza a vivir más para ti que para los demás. No hay de otra.
Lo que pasa es que es más fácil ignorar nuestro dolor y disfrazarlo de perfección, que aceptarlo y trabajar en él para resolverlo.
¿Cómo salir de un lugar donde no queremos estar, pero no queremos admitir que estamos atrapados?
Con mucho amor hacia nosotros, pues vivir para las apariencias implica querer tener más contento a los demás que a uno mismo. Y el querer salir de ahí implica lo contrario, blindarse a la opinión de los demás, para luego aceptar el lugar en donde nos encontramos para llegar a donde queremos.
Acepta tu infelicidad, y sal de ahí, pues nadie vivirá por ti las consecuencias de querer aparentar antes que vivir.